Se habla de que al gatear, poco después de nacer, comenzamos nuestros recorridos por experiencias físicas en las cuales, de estar alertas, identificamos la aparente necesidad de “reconectarnos” con el Ser Supremo. Menciono “reconectarnos”, por la relación dualista que tendemos a tener, donde nos vemos como seres separados y no como una extensión de Éste. Es decir, a la larga nos reconectamos a lo que de nunca estuvimos separados. En el plano personal, he venido a entender que la necesidad de modificar mis patrones alimentarios se debe a una intención parcialmente inconsciente para acercarme más a Dios. Cuando elijo moverme hacia alimentos puros, frescos y nutritivos, decido sanar el cuerpo a nivel físico, pero también activo el desapego a los símbolos materiales que requieren ser trascendidos. Dicha resolución conlleva el reconocimiento de la función de mi mente para curarme de manera física, es decir física-mente. Y dicha resolución me eleva a un ni...
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