Al desyerbar mi huerto un día, recordé haber escuchado sobre lo nutritivo que es el cohítre. De pequeña, ví a la familia de mi abuelo y abuela materna criar conejos para venta y consumo, pero por suerte, nunca los ví matar alguno de esos lanudos, orejudos y tiernos animalitos. Lo que sí recuerdo es cómo los conejos rápidamente masticaban unas hojitas oblongas y verdecitas, regadas por todo el patio. Animada por ese recuerdo, decidí que el cohítre que arranqué sería parte del almuerzo del día y no de los desechos de la composta. Al cohítre le añadí unos aguacates maduritos que recién había conseguido y algunas sobritas de la nevera, para hacer un poderoso plato:
Sirve a 1 persona
Ingredientes
1 mazo de hojas de cohítre bien lavado
2 tallos de brócoli pelados y picados en rueditas finas
1 pieza de zanahoria cortada en rodajas sesgadas
Repollo lila y verde, según la cantidad que desee, rallado o cortado a lo fino
1/2 aguacate maduro en lascas
Aceite de oliva extra virgen, al gusto
1/3 cucharadita de vinagre de manzana crudo
Sal de mar y pimienta, para sazonar a gusto
Procedimiento
Coloque al vapor la zanahoria y el brócoli por unos 5 minutos, para hacerlos más tiernos y fáciles de masticar.
Luego mezcle todos los ingredientes, vierta el aceite de oliva y el vinagre y sazone con sal y pimienta.
Nota final
Se dice que la agüita de la flor del cohítre sirve para limpiar y refrescar los ojos. Así como los conejos, que todos podamos confiar dulcemente en nuestra propia existencia, al tener los ojos limpios, refrescados y bien abiertos.
¡Les deseo manjares de paz y sabores de bienestar!
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